La vicealcaldesa, delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz del Ayuntamiento de la capital, Inma Sanz, ha anunciado esta mañana que el gobierno local instalará "nuevos sistemas de videovigilancia" en el entorno de la plaza de Jacinto Benavente, cuya remodelación se acometerá este año.
En la misma comparecencia, Sanz ha indicado también que se renovarán y mejorarán las cámaras que ya hay instaladas en Tirso de Molina.
La delegada de Seguridad ha destacado el hecho de que gobernando el alcalde Almeida se han instalado en la ciudad un 40% de las 367 cámaras operadas a día de hoy por Policía Municipal. Además, ha puesto en valor "el esfuerzo presupuestario del Gobierno de Almeida con la Policía Municipal, pasando de 350 millones de euros anuales a más de 500, así como la adquisición de más medios (dispositivos ‘táser’, drones, mejores vehículos y cámaras de videovigilancia)",
Por otra parte, también ha anunciado cámaras, antes de que acabe el año, en otros puntos de Madrid como el parque Calero (Ciudad Lineal), calle Cullera (Latina) y Pradolongo (Usera); nuevos sistemas de videovigilancia en las zonas de la plaza de Oporto (Carabanchel) y mejoras en los de AZCA (Tetuán).
MÁS POLICÍAS
En cuestión de efectivos, la vicealcaldesa ha declarado: “No hemos parado de fortalecer a nuestra Policía Municipal, sacando más de 2.000 plazas en estos años” y en los próximos meses “sacaremos otras cerca de 1.000 plazas más (550 que se empezarán a examinar a lo largo del verano y el resto las aprobaremos a lo largo del año), a pesar la limitación de la tasa de reposición del Gobierno de España”.
En todo caso, Sanz ha remarcado la necesidad de que Policía Nacional también disponga de más efectivos y medios, así como reformas legales para endurecer el Código Penal en algunos ámbitos como las penas por multirreincidencia, por el uso de menores para cometer los delitos más graves, ser mucho más contundentes con las jerarquías de las bandas juveniles organizadas, sancionar más y mejor la tenencia y uso de armas blancas y el tráfico de drogas; cambiar las leyes para echar a los okupas en 48 horas, especialmente en casos como los narcopisos, y derogar la Ley del sí es sí.